Frustración en perros

¿Qué es la frustración?

Es una respuesta emocional ACTIVANTE y de valencia NEGATIVA que surge ante la imposibilidad de lograr algo cuando se desea. 

¿La frustración es siempre un problema?
NO. 
La gestión correcta de la frustración es una respuesta emocional saludable y necesaria para los casos en los que el individuo tiene que dar salida a un exceso de emoción que no ha podido descargar realizando algún tipo de conducta: descargas de frustración. 

El problema reside en que estas descargas de frustración, a veces no son gestionadas de forma correcta, dando lugar a la realización de conductas problemáticas por parte del perro (p.e. redirigir hacia otro perro/persona con conductas de agresión, destrozar muebles, lesionarse a sí mismo, etc).
 
¿Es posible ayudar a nuestro perro a gestionar sus descargas de frustración?
SÍ. 
Es posible dotarles de las herramientas necesarias para gestionarla correcta y saludablemente.
¿Qué necesita un perro para afrontar situaciones en las que no puede conseguir aquello que tanto desea? 

Existen 4 mecanismos:
Mejora de las capacidades emocionales del perro: Que el perro aprenda a aceptar que no todo lo que quiere puede conseguirlo.
(un ejemplo en seres humanos: un niño quiere un helado de chocolate pero no quedan… puede gestionarlo bien, comiendo uno de fresa en su lugar ——- tiene capacidad de aceptarlo, o bien puede frustrarse y comenzar a patalear, llorar, etc). 
Disipar la emoción progresivamente: que el perro sea capaz de realizar alguna conducta que le permita descargarse emocionalmente (p.e. conductas de rodeo). 
(un ejemplo en seres humanos: irte a dar una vuelta para despejarte cuando has tenido algún tipo de problema previamente).
Andamiaje social de los tutores hacia sus perros: Está comprobado que les ayuda enormemente a obtener mayores avances en muchos aspectos cuando personas de su grupo social les aportan apoyo. 
Frustrarse: Es un mecanismo más para gestionar esas emociones activantes, pero sin duda es la peor de todas y debería ser la última a la que acudir en caso de ser necesario. 

¿Cómo mejorar las capacidades emocionales del perro? Mediante ejercicios de:
Autocontrol (capacidad de regular las emociones)
Control inhibitorio (capacidad de dejar de hacer algo voluntariamente)
Demora de la gratificación (capacidad para esperar a obtener lo que desea)