El olfato

El olfato es el principal sentido del perro. No permitir al perro oler y no facilitarle el uso de sus capacidades olfativas es comparable con que a nosotras/os nos pusieran una venda en los ojos de por vida.


Su olfato es muy importante para su forma de ver e interpretar el mundo. Con él pueden reconocer secuencias temporales, por eso cuando siguen pistas saben cuál es la dirección correcta y si lo que están buscando ha pasado por ahí hace 10 min o hace dos días.

El olfato y el gusto son sentidos con una relación muy directa con la emoción y con las respuestas emocionales del perro, por lo que los trabajos de olfato se convierten en una herramienta perfecta para la mejora de la gestión emocional.

A diferencia de cuando hacemos correr a nuestro perro o lo cansamos físicamente, con los ejercicios de olfato debe permanecer tranquilo para encontrar lo que busca.

Con ello conseguimos que acabe cansado pero relajado, tanto física como mentalmente.
Ayuda a los perros a centrarse en la tarea que están realizando dejando un poco de lado el resto de sentidos. Viene muy bien para aquellos perros miedosos o nerviosos que se distraen con facilidad con cualquier cosa de su entorno.